El journaling o escritura expresiva es un proceso que nos ayuda o permite aprender mejor a regular nuestras emociones y a manejar mejor la ansiedad y el estrés. Al practicarlo regularmente podremos ser más conscientes de nosotros mismos, de lo que nos motiva, de cómo podemos mejorar, de aceptarnos como somos.

A continuación, te comparto algunos tips o consejos para que inicies esta práctica desde cero y empieces a trabajar en ti de una manera sencilla y divertida:

Inténtalo primero en papel. Escribir con pluma y papel te ayuda a procesar mejor tus emociones.  Es más fácil también, agregar dibujos al papel.  Empieza con lo que te sea más cómodo y conveniente.

Hazlo un hábito.  Elije un momento del día que vaya bien para ti.  Puede ser lo primero que hagas cuando te levantas o lo último antes de acostarte.  O a media tarde mientras tomas un descanso.

Mantenlo simple.  Cuando empieces, mantenlo simple.  Escribe solo por unos minutos y toma el tiempo. Luego una vez ya te sientas más cómoda ve aumentado el tiempo, si lo crees conveniente.

Has lo que te haga sentir bien.  No hay ninguna regla establecida sobre lo que debas escribir.  Es tu espacio para crear lo que sea que quieras expresar y que estás sintiendo.  No te preocupes por la gramática o la estructura de las oraciones o lo que otros puedan pensar.  Algunas personas prefieren escribir sobre cosas que les molestan o preocupan, pero tú puedes hacer lo que consideres adecuado o correcto para ti.

Escribe lo que quieras.  Mientras que una libreta hermosa puede inspirar a algunas personas, puede ser intimidante para otras.  Pero la realidad, es que no importa en que escribas.  Puede ser un diario específico, hojas de papel sueltas, una libretita o tu celular.  Si no te apetece escribir, puedes hacer una nota de voz.

Se creativa/o.  Puedes no estar segura/o de donde empezar o dudar de si tendrás algo sobre lo que escribir.  Pero el journaling no tiene que ser solamente sobre escribir oraciones.  Intenta distintos formatos.  Escribe listas, has poesía, trata de componer una canción, escribe una carta, dibuja algo, o intenta “bullet journaling” (diario de viñetas).  También puedes encontrar sugerencias en línea para inspirarte.

Empieza un diario de gratitud.  Dar gracias es bueno para tu salud mental.  Comienza enumerando tres cosas por las que está agradecida/o. Pueden ser cosas pequeñas como un paseo por el parque, una deliciosa taza de café o el buen tiempo. Puedes hacer una lista o escribir oraciones completas. Los detalles pueden ayudarte a revivir los momentos positivos de tu día. ¿Cómo se sintió la luz del sol en tu cara? ¿Qué sensaciones trajo el olor a café?

No establezca expectativas demasiado altas. El journaling no resolverá todos sus problemas. No es un terapeuta ni un consejero. Pero puede ayudarte a aprender más sobre ti misma/o.


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