¿Estrés es estrés, cierto? Pues, no siempre. Este varía de acuerdo a la frecuencia, severidad y síntomas. Sabías que existen distintos tipos de estrés. Veamos algunos de ellos.
Eustrés
Este puede ser un término nuevo para algunos. El eustrés se refiere al estrés “bueno”, o al tipo de estrés que mejora nuestra salud y desempeño. Este es el tipo de estrés que sientes cuando ves a tu hijo a punto de caerse por las escaleras, y pones en marcha los sistemas de tu cuerpo para que pueda actuar de manera rápida y eficiente para atrapar a tu hijo. Otras formas en que se manifiesta el eustrés son los esfuerzos creativos y atléticos. Un artista impulsado por el eustrés está motivado y lleno de energía. Un atleta gana energía y su cuerpo se desempeña a su máximo potencial. El eustrés es breve, intenso y no desgasta el cuerpo.
Hiperestrés
El prefijo “hiper” denota mucho de algo, o un exceso de algún tipo – hiperactividad, hipertiroidismo, etc. El hiperestrés no es la excepción. Se refiere al estrés implacable que te obliga a desempeñarte de manera óptima y continua. Es como que te pidan que des todo de ti cada minuto de cada día y, a veces, también durante la noche. El hiperestrés no es saludable y puede causar agotamiento.
Las personas hiperestresadas siempre se sienten tensas y al extremo. Puedes notar que tus emociones están a flor de piel y que todo te molesta.
Hipoestrés
Lo opuesto del prefijo “hiper”, “hipo” denota falta de algo, como en hipoglucemia (baja azúcar en sangre). Si estás hipoestresado, no tienes suficientes estímulos. Estás aburrido y no tienes suficiente motivación. Esto no significa que no estés haciendo nada; solo que no estás haciendo nada que te interese o te motive. Por ejemplo, si tienes un trabajo que involucra acciones repetitivas y mecánicas, como en una línea de ensamblaje, podrías experimentar hipoestrés. El hipoestrés puede hacerte sentir inquieto/a, inconforme, o apático/a.
Distrés
El distrés es causado por un evento o eventos traumáticos, o algún tipo de factor ambiental negativo. Es a veces usado como sinónimo de ansiedad. El distrés por si mismo se divide en dos tipos: distrés agudo y distrés crónico.
El Distrés Agudo resulta de percibir una amenaza. Esta puede ser real, como ser atacado físicamente o puede ser solo algo psicológico. De cualquier manera, el resultado es distrés. Es tu respuesta por sentirte amenazado. El distrés agudo puede también ser la reacción a cambios o agitación en tu vida. Siempre es temporal.
El Distrés Crónico es más continuo. Puede dar como resultado enfermedad y depresión. Puede también ser causado por percibir una amenaza o dificultad del ambiente, pero esta es continua o frecuente. El distrés crónico puede darse si tu jefe te grita todos los días, por ejemplo, o si estás en un matrimonio problemático. Mientras que el distrés agudo es como un martillazo, el distrés crónico es como el desgaste lento con papel de lija
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